Antonio Manso

por Manuel R. Ortega

Ha sido, durante casi treinta años, el hombre de las cuentas. En unas semanas, Antonio Manso tomará un merecido descanso después de tres décadas de servicio. Discreto, educado y con un humor fino, Manso es algo más que un experto en hojas de cálculo y operaciones: un pilar importante de la memoria empresarial de este Grupo al frente de la Dirección Financiera. Desde su puesto, no sólo ha vivido cambios de accionariado y de modelos de negocio, sino también la evolución de los contenidos (con opiniones muy interesantes, por cierto) o momentos históricos en la historia televisiva de nuestro país como la fusión Antena 3-laSexta. En su despacho conviven recuerdos de hitos financieros del Grupo con una imagen dedicada por Antonio Mercero de ‘Farmacia de Guardia’ junto al dibujo de un niño que, muchos años después, acabaría siendo becario en la Empresa.

Antonio, llegaste a lo que ahora es Atresmedia (entonces Antena 3) en 1993 como responsable de Tesorería y Financiación, con experiencia previa en la gestión financiera en TVE. ¿Cómo fue ese desembarco? ¿Quién te ofreció venir a Antena 3?

El Grupo Zeta había entrado en el accionariado el año anterior, en 1992, y estaba en un proceso de introducir gente nuevo. Primero nombraron a un adjunto al presidente, Ricardo Visedo, con el que yo trabajaba en TVE. Él fue quien me trajo, junto a unos cuantos más. Lo que ocurrió es que Visedo duró unos meses y yo me quedé aquí. En realidad, yo había estado muy poco tiempo en TVE, unos catorces meses, y anteriormente trabajaba en granos y oleaginosas. Me dedicaba a la importación de cereales, de soja… Nada que ver con esto.

Resumiendo, que la Compañía estaba experimentando cambios y se buscaba gente nueva. Ahí entré yo, y además con el objetivo de buscar financiación.

¿Y cómo recuerdas aquellos años, con una televisión privada que todavía estaba dando sus primeros pasos? ¿Mucha diferencia con respecto a la cadena pública?

Eran los primeros años de la televisión privada y estaba muy hecha a imagen y semejanza de la televisión pública. Faltaba profesionalización, que la televisión fuese vista como un negocio, porque la idea era que estaba bien para generar influencia pero que por sí misma no era un buen negocio. Yo, por mi parte, pensaba todo lo contrario: una televisión bien llevada es un gran negocio, como se ha visto.

El problema estaba en que TVE era mucho más grande y era como un gran ministerio. Antena 3 era más pequeña pero con mayor versatilidad. Mi recuerdo de TVE era la dificultad para hacer cosas, porque había que contar y negociar con mucha gente. Aquello era imposible por más esfuerzos que se hicieran para romper esa dinámica. La diferencia con Antena 3 es que aquí se podían hacer cosas, y la prueba es que se han hecho.

A lo largo de estos años, has vivido multitud de cambios en el Grupo, incluida la fusión con laSexta. ¿Cuál destacarías de todos y por qué?

He vivido etapas muy distintas. La de Zeta, para mí fue buena porque me permitió entrar aquí y le dio un gran impulso a Antena 3 como canal de televisión. Pero su concepción era que el negocio no podía funcionar por sí solo como televisión. En 1997 llegó Telefónica, dándole un enfoque más empresarial. En ese periodo nos fue muy bien pero le faltaba la guinda del objetivo. El punto clave fue la entrada de Planeta D’Agostini, que dio estabilidad y que impulsó objetivos empresariales ambiciosos para Antena 3. Estamos hablando de una empresa que en doce años había tenido tres accionistas de referencia distintos mientras que la competencia presentaba una cierta continuidad.

Luego, en el día a día, creo que la fusión con laSexta fue algo innovador y enriquecedor. Hicimos una fusión modélica, con una integración actual que no existe en otras partes. Eso es mérito de todos los que han trabajado aquí, llevando a cabo esa operación.

Siempre se te asocia a los números, a las hojas de cálculo, a las cuentas, pero ¿cuál ha sido tu contenido favorito (serie, concurso, etc.) de estos años?

Yo soy muy de Noticias, que siempre han sido potentes en este Grupo, y ahora hay motivos para estar contentos en términos de audiencia y de calidad tanto en Antena 3 como en laSexta. Y luego las ficciones, claro. Cuando llegué aquí estaba ‘Farmacia de Guardia’ aquí al lado. Pero creo que el gran impulso lo dimos con la nueva generación de series de ficción, mucho más ambiciosas y potentes, y diría que eso comenzó con ‘Hispania’. Luego, a partir de ahí, hemos ido escalando posiciones. Tengo la percepción de que todo el hueco que tiene la ficción española en las plataformas es fruto del trabajo que se ha hecho en Atresmedia. El impulso se ha dado desde aquí. No estoy seguro de que se reconozca demasiado pero yo lo tengo claro: se han hecho cosas buenísimas en ese campo.

¿Y alguna anécdota, recuerdo o persona que aprecies de forma especial?

Es difícil. He trabajado muy a gusto aquí y todos me han acogido bien desde el primer momento hasta, espero, el último. Creo que mi primera anécdota es que cuando llegué no había despacho para mí y, según me contaron, un día aparecieron unos operarios y plantaron un despacho en mitad de una sala. Aquello era como una jaula de monos, con una pared y tres cristaleras. Recuerdo que aquel día miraba alrededor y veía cómo, a su vez, todos me miraban a mí como a un animal enjaulado. No sabía ni qué hacer…

Hay una pregunta que han planteado varios compañeros al conocer esta entrevista, así que ahí voy: ¿vas a echar de menos el menú del comedor?

Supongo que te lo habrán preguntado porque yo soy de los que va a comer a él. Y es que hay que decir que se come bien. Hemos tenido siempre un buen menú, con posibilidad de elegir, y eso es para estar contento. Te lo digo yo, que sé lo que es comer fuera y cansarte del restaurante. Por eso tener este comedor es un lujo, por más que algunas veces protestemos. Pero, sobre todo, lo que voy a echar de menos es a la gente.

¿Qué planes tienes?

Si puedo y estoy vacunado, me marcharé con mi mujer a Tenerife uno o dos meses. Es una forma de hacer un cambio total y luego, cuando vuelva a Madrid, ya veremos. De momento, ya te digo, romper con la rutina.

¿Algún mensaje para los que nos quedamos?

Seguid trabajando mucho, estad contentos del lugar en que trabajáis porque no hay muchos así y, al mismo tiempo, no deis nada por hecho. Todo está siempre por hacer, por consolidar la posición. Tenemos muchas amenazas y no podemos quedarnos dormidos.