
1) Preséntanos a tus mascota en sociedad. ¿Qué es lo mejor de tener un perrete en la familia?
Molly es una regordeta, la mar de salada, algo vaga, que te sonríe con el alma, siempre dispuesta a recibir millones de caricias y devolver lametones. Su mayor hobby es hacer la croqueta en el césped y acurrucarse muy cerquita de ti.
Tener un perrete así, es darte la posibilidad de sentir un amor leal y sin condiciones que ningún otro ser vivo es capaz de entregar.
2) Su historia es más que emocionante. Danos el titular y los datos, que se te da muy bien...
Molly fue recogida de la calle. Tenía signos de maltrato y de haber dado a luz con poco más de un añito. Los perros como ella pertenecen a una de las razas más castigadas por los humamos. Es cruce de American Stafford y Bully, por lo que su destino final hubiera sido la pelea o la cría sin escrúpulos… pero Molly no servía, por eso fue abandonada.
Cuando fui al refugio y vi esa sonrisa y su “orejilla” de lado, me enamoré… no lo puedo describir de otra manera.
Además, la gente que trabaja allí me comentó que a Molly no le esperaba un buen futuro, tenía demasiados factores en su contra para ser adoptada: por su raza es considerada como PPP (perro potencialmente peligroso), tenía leishmaniosis y las dos rodillas mal (se le acabaron rompiendo los ligamentos)… ¿veis por qué Molly no le servía a la “gente mala”? Todo esto le hacía tener muy pocas papeletas para ser adoptada.
Yo no pude dejar de mirarle a los ojos… detrás de su gesto serio y la desconfianza que tenía en los humanos, me imploraba una oportunidad.
Yo morí de amor y me la llevé.
El estigma de la raza lleva a mucha gente a tener miedo de estos perros. Gracias a Dios, poco a poco se va terminando con esto, pero queda mucho camino por delante.
Aunque algunos tengan un aspecto duro, en su fondo vive un trozo de pan que sólo tiene ganas de amar sin medida.
Su único pecado es haber caído en manos humanas equivocadas. El resto, es todo amor. Sí, son PPP (perros potencialmente PERFECTOS).